Alto Rendimiento Estratégico: El Imperativo de Medir la Productividad Integral en la Asistencia a Víctimas.
Por Yahairin Cruz Diaz
La Falacia del Abogado Ocupado y la Deuda con la Víctima
Colegas, hablemos claro. En nuestro gremio, el Alto Rendimiento se confunde con el alto volumen. Nos jactamos de las horas facturadas, del número de audiencias atendidas o de los expedientes que abarrotan nuestras oficinas. Pero cuando se trata de la representación legal de víctimas, esta métrica cuantitativa no solo es insuficiente, sino que raya en lo irresponsable.
La justicia que defendemos exige un estándar de desempeño superior: el Alto Rendimiento Estratégico (ARE).
Mi crítica es directa: ¿Cómo puede un abogado afirmar que es "productivo" si logra una sentencia favorable, pero deja a la víctima revictimizada por el proceso? Esta revictimización secundaria o institucional—el daño causado por el propio sistema de justicia—es la antítesis del ARE. No podemos seguir midiendo el éxito con indicadores que ignoran la dimensión humana y la sostenibilidad emocional del caso.
Ejemplo de Contexto: Como abogada que trabajó en la defensa pública, he visto cómo un caso de violencia de género se alargó innecesariamente por la falta de un protocolo de coordinación psicosocial en la fase de investigación, un claro ejemplo de bajo ARE institucional.
El ARE nos obliga a trascender el mero éxito procesal. Nos conmina a integrar formalmente la asistencia legal con la psicosocial, reconociendo que la reparación integral de la víctima —un principio fundamental del Derecho Internacional de los Derechos Humanos (fuente: Jurisprudencia de la Corte IDH)— no es un anexo, sino el objetivo central de nuestro trabajo.
El Triángulo de la Responsabilidad: Legal, Psicosocial y Sostenible
El Alto Rendimiento Estratégico en la abogacía de víctimas debe sustentarse en un modelo de medición que equilibre lo técnico, lo humano y lo operativo. Propongo tres pilares esenciales para evaluar nuestra productividad de manera integral:
1. Eficacia Legal Sensible al Trauma
Este pilar mide nuestra competencia técnica, enfocándose en la calidad del resultado bajo los estándares más altos.
Resultados Calificados vs. Volumen: El ARE se enfoca en la Tasa de Éxito Calificado, es decir, el grado en que la reparación obtenida (restitución, indemnización, rehabilitación, satisfacción y garantías de no repetición) se alinea con los objetivos de justicia y reparación definidos por la víctima (fuente: Principios de Derecho Internacional sobre Reparación).
Gestión Documental y Procesal con Rigor: El alto rendimiento implica que cada escrito es una pieza de un litigio de impacto, utilizando argumentos jurídicos que se apoyan en la jurisprudencia de derechos humanos para enmarcar las violaciones, en lugar de limitarse a los códigos locales (fuente: Informes de Litigio Estratégico de ACNUDH o CEJIL).
2. Calidad Psicosocial y No Revictimización
Aquí evaluamos nuestra habilidad para ser un escudo protector contra el daño institucional, manejando la situación con sensibilidad al trauma.
Índice de Revictimización Reducida: Debemos medir la frecuencia y el grado en que la víctima es obligada a repetir su relato. Un abogado de ARE utiliza protocolos de entrevista forense y garantiza la trazabilidad en la remisión a profesionales de apoyo (fuente: Protocolos de Atención Psicosocial a Víctimas).
Táctica Práctica: Este índice puede medirse con un sencillo "Checklist de Interacciones" interno, registrando cada requerimiento de narración del evento para identificar puntos de falla en la coordinación.
La productividad integral se verifica en el grado de autonomía de la víctima, garantizando que sus decisiones sean respetadas. Si la estrategia legal invisibiliza o presiona la voluntad de la víctima (algo contrario a la Ley General de Víctimas), el rendimiento es, estratégicamente, bajo.
3. Sostenibilidad Operacional y Autocuidado
El ARE exige un desempeño de alta calidad que sea sostenible en el tiempo, lo cual requiere gestionar nuestros propios recursos de forma eficiente.
Gestión del Riesgo de Fatiga por Compasión: La productividad debe incluir la implementación de protocolos de autocuidado para mitigar la fatiga por compasión, un riesgo inherente al manejo sensible de casos de violaciones a DD. HH. (fuente: Guías sobre Burnout en Profesionales de Ayuda). Un abogado "quemado" es un riesgo para la calidad del caso.
Eficiencia Estratégica: El rendimiento es alto cuando el abogado maximiza el tiempo dedicado a la estrategia jurídica compleja (análisis, argumentación) y minimiza la duplicidad de funciones mediante la delegación eficiente y el uso de tecnología.
El Desafío de la Siguiente Generación de Abogados
El Alto Rendimiento Estratégico no es una opción; es un deber ético y un mandato profesional.
Aplicar el ARE es como la ebanistería fina: requiere precisión milimétrica. No se trata solo de la estructura (la ley y los procedimientos), sino del acabado (el bienestar y la reparación integral de la víctima). Si la estructura es perfecta, pero el acabado está descuidado, la pieza no sirve.
Como profesionales, necesitamos asumir el rol de consultores de alto nivel, exigiendo datos primarios para validar cada estrategia y actuando como Oficiales de Autoridad Intelectual que se cuestionan constantemente si sus tácticas están realmente protegiendo a la persona que representan.
El ARE no solo mejora la vida de la víctima; blindará la integridad y la credibilidad de nuestro ejercicio profesional. La decisión final siempre será nuestra, pero la síntesis de nuestro desempeño, nuestra verdadera firma profesional, debe reflejar una productividad que es eficaz en lo legal, compasiva en lo humano y sostenible en lo operativo.

No hay comentarios.:
Publicar un comentario