"¿Debe un abogado defender a familiares?"
Los abogados, especialmente los m谩s j贸venes, saben lo que es asesorar a familiares. Cuando empiezas a ejercer, como si de un im谩n se tratara, nos llegan casos de nuestros parientes y, ¡no cabe otra!, nos vemos obligados a satisfacer sus demandas a base de consejos y alguna que otra gesti贸n puntual. Ello es natural, pues cuando alguien tiene un problema que requiere una soluci贸n legal, es l贸gico otear el horizonte y aferrarnos a lo m谩s cercano, es decir, a la familia, que es lo mismo que ocurre cuando estas aquejado de alguna dolencia y llamas a tu cu帽ado Pedro que es m茅dico o si te duele la espalda a tu primo Ra煤l el fisioterapeuta.
Abogada en su mesa de trabajo
Hasta ah铆 todo es normal; sin embargo, en ocasiones el encargo que nos llega reviste cierta gravedad e importancia y, adem谩s, quien nos provee del mismo es un familiar muy cercano (padres, hermanos o hijos)
En tal caso, ¿qu茅 debemos hacer?
A pesar que lo normal es que nos encarg谩ramos personalmente de dichos asuntos, la experiencia nos aconseja todo lo contrario, es decir, que se encargue del caso otro compa帽ero.
La raz贸n de tal conclusi贸n reside en que la defensa de un familiar muy cercano se aparta del escenario ideal para el abogado que no es que la intervenci贸n en nombre de cualquier cliente con el que no tenemos v铆nculos afectivos, ya que a resultas de dicha afectividad, somos m谩s emocionales y nuestra defensa adquiere tintes subjetivos y pasionales que van en merma de la objetividad, serenidad, calma y prudencia que requiere toda defensa. Dicho de otro modo: el abogado al defender a un familiar muy cercano, pierde la parcialidad objetiva que le caracteriza y pasa a una parcialidad subjetiva, mudando de abogado a cliente, lo que probablemente le arrastrar谩 a un carrusel de emociones que, contrariamente a lo esperado, ir谩n en perjuicio de la defensa. Por poner un ejemplo, ¿os imagin谩is interrogando a vuestro padre o madre?
Y ello nos lleva igualmente al coraz贸n de la esencia de la abogac铆a, es decir, a la independencia, y m谩s concretamente a la independencia ante el cliente.
Efectivamente, ello es debido a que la percepci贸n que 茅ste tiene de su problema, es una percepci贸n de un inter茅s subjetivo, que generalmente no coincide con el inter茅s objetivo que a dicha situaci贸n le atribuye el ordenamiento jur铆dico (que es la que el abogado debe considerar para establecer la estrategia). Consecuencia de dicha disociaci贸n, el abogado, al que corresponde decidir, organizar y dirigir la defensa seg煤n su libre criterio y sin m谩s sometimiento que a las reglas de su profesi贸n y los dictados de su experiencia, debe impedir que el cliente sea el que decida el modo de efectuar la defensa o pretenda dirigirla seg煤n sus intereses.
Pues bien, defender a un familiar, precisamente por la existencia de dichos v铆nculos parentales tan influyentes motivar谩 que se produzcan fisuras en nuestra independencia, pues ser谩 f谩cil, como dec铆a don 脕ngel Ossorio, que el litigante deslice sus deseos en la conciencia del abogado y le sugiera pol茅micas innecesarias o procedimientos incorrectos, convirti茅ndole de director en dirigido y envolvi茅ndole en las mallas de la pasi贸n o del inter茅s propio.
Es m谩s, incluso en las ocasiones en las que el abogado, manteniendo su independencia, rechace toda influencia, se ver谩 cuestionado por el familiar, pues si tenemos en consideraci贸n que los procedimientos las m谩s veces no acaban al gusto del justiciable, es l贸gico pensar que al terminar el asunto quede un poso de resentimiento dirigido hac铆a el abogado de la familia que, o bien no se tomo inter茅s por el caso, carec铆a de la suficiente experiencia, o como no cobr贸 honorarios no estaba motivado… En definitiva, si hay una m谩xima que dice que "los casos los gana el cliente pero los pierde el abogado" ya pod茅is imaginar… Y estos resentimientos, que no os quepa duda, durar谩n toda la vida.
Para colmo, estas situaciones, por si fuera poco, generan un desgaste f铆sico y ps铆quico muy importante del abogado, y dan fe de ello los compa帽eros que han pasado por esta experiencia.
Por todo ello, lo m谩s recomendable es, de darse el caso, exponer claramente al familiar nuestra postura y recomendarle a un compa帽ero que pueda realizar una defensa m谩s objetiva y, sin duda eficaz.
Fern谩ndez Le贸n, 脫scar.