4 trucos para que tú discurso quede en la mente de tu oyente

Los alegatos NO están hechos para ser leídos, están diseñados para ser interpretados, vividos, sentidos.

Por ello, es necesario echar mano de algunos recursos, para que el discurso quede en la mente de los jueces.

1) Tono de voz cambiante: cuando modulas el tono de la voz mantienes al juzgador alerta, ya que, existe variación de estímulos; 

2) Gestualidad: los gestos controlados brindan al juez interés por el discurso. Tener gestos repetitivos es un gran error. Debes tener sentido común y personalidad al gesticular;

3) Contacto visual cuando ves a alguien por unos segundos, esa persona se siente tomada en cuenta, atendida. El ver al juzgador permitirá que convenzas con mayor facilidad;

4) Habla en tres idiomas: visual, auditivo y kinestésico. Ve directamente a los ojos del receptor del mensaje; modula la voz, pero, haz que la tuya resuene en la sala, y, mantén contacto con algo, esto para que hagas sentir a los jueces lo que sintió la parte que representas;

5) Utiliza la fórmula tres: esto es, tres velocidades al hablar y tres tonos de voz al interpretar el alegato.

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